Al hablar de qué es un libro, hacemos referencia a la gran variedad de conocimientos y experiencias que comunican. Por su contenido y la Intención de los autores, se ha creído conveniente hacer una clasificación que facilite su estudio: se habla así de dos grandes grupos de obras que son las expositivas y las Imaginativas.
Expositivas
En términos generales, llamamos obras expositivas a aquellas que comunican el resultado de una Investigación en una forma objetiva, dando a conocer los distintos aspectos que el Investigador o sea la persona que se planteó un problema y ha dedicado sus esfuerzos y tiempo a resolverlo ha encontrado al observar un fenómeno determinado. Estas obras se centran en la exposición de ideas que el autor expresa.
Las obras expositivas dan a conocer los resultados de las investigaciones hechas por los hombres de ciencia. El campo de las ciencias es sumamente amplio: se divide en cuatro grandes áreas, que a su vez se subdividen. Las cuáles son:
Ciencias de la naturaleza, que se ocupan de la forma y de la función de las cosas naturales animadas e inanimadas. Como lo es la física, la Química y la Biología.
Ciencias ideales, que no estudian objetos del mundo exterior, sino objetos que se dan en la mente misma. Como lo es las Matemáticas y la Lógica.
Ciencias sociales, que se dedican al comportamiento del hombre en sus relaciones con la colectividad. Como lo es la Sociología, la Economía, la Historia y la Geografía humana.
Ciencias Filosóficas, que buscan el sentido general, el ser común a todos los objetos y fenómenos posibles, así como el valor que puedan tener para la vida humana. Como lo es la Axiología, la Ética y la Metafísica.
Imaginativas
Las obras imaginativas también son, en cierto sentido, el resultado de una investigación que su autor ha realizado a base de observación; hay dos aspectos básicos que distinguen las obras Imaginativas de las expositivas: el primero es que el autor de obras imaginativas es subjetivo casi siempre, o sea que no se concreta a decir lo que ve, sino da su interpretación; el otro es que las obras imaginativas pertenecen a la literatura y ésta, como todo arte, busca realizar la belleza. En las obras imaginativas encontramos un mundo inventado o interpretado por su autor, gracias a su imaginación que transforma lo que ve, y están escritas buscando crear un ritmo estético con las palabras. Muchas personas creen que las obras Imaginativas son sólo para distraer, pero al aprender a leerlas se encuentra gran riqueza de contenido, sobre todo reflexiones sobre la conducta humana. A estas reflexiones, que no siempre se expresan claramente sino se deducen, se les suele llamar las ideas de la obra. Son ideas del autor, pero las manifiesta a través de sus personajes. Es muy difícil, en cualquier intento de clasificación, trazar líneas rígidas que dividan un campo de otro; en esta división de obras encontramos a veces que hay obras de tipo expositivo, sobre todo en el caso de las de divulgación, que casi parecen obras literarias. Por otra parte, las obras literarias tienen en su contenido tantas ideas tomadas de las ciencias como filosofía, sociología, historia, psicología y otras, que, aunque su intención es crear belleza, su contenido nos interesa intelectualmente y casi sin damos cuenta aprendemos. Hay una especie de intercambio entre los dos grupos: lo literario presta su forma (la expresión cuidada, las palabras bien escogidas para producir ciertos efectos sonoros o de significado) y las obras expositivas prestan su contenido (las ideas, las teorías científicas, los datos recopilados por observación).