jueves, 30 de mayo de 2013

Objetivar y subjetivar

¿Qué es objetivar?
Objetivar quiere decir, sencillamente, poner enfrente de nuestra inteligencia, pensar en lo que queremos conocer. ¿Quién objetiva? Todo hombre que piensa, objetiva; todo hombre que piensa pone delante de la inteligencia algo que se va a conocer. Todo hombre es un sujeto que tiene una inteligencia, un intelecto, una facultad de conocer. El hombre tiene además otras facultades: sentir y querer; es decir todo hombre piensa, tiene sentimientos, recuerdos, esperanzas, inclinaciones. Pero sólo cuando piensa puede objetivar. Adoptar una actitud objetiva implica que al pensar en las cosas reflexionamos fríamente sobre ellas, vemos cómo están compuestas; si hay una ley que rige su comportamiento, en qué forma reaccionan ante diferentes estímulos; en suma, al objetivar, se pueden buscar muchos ángulos para la reflexión, pero siempre se mantiene una distancia: uno es el objeto y otra es el que lo contempla. Podríamos decir que cuando se observa una planta y se examina la forma de sus hojas y tallo, su ciclo de desarrollo, la utilidad que puede dar su cultivo, estamos considerándola como un objeto. Asimismo, cuando investigamos un mecanismo para conocer su funcionamiento, las partes que lo integran, el material de que está hecho, estamos actuando en forma objetiva. En términos generales, se considera que la actitud científica es objetiva.

¿Qué es subjetivar? Subjetivar está relacionado con sujeto, igual que objetivar se relaciona con objeto. Sujeto viene del vocablo latino subjectus, que significa literalmente lo que no se ve, lo que está escondido. Si te miras en un espejo puedes contemplar tu cuerpo, tus ojos, tus manos, sentir la superficie de tu piel, tu cabello. Pero, ¿qué hay detrás de tu físico?, ¿qué es lo que no ves, y sin embargo sabes que existe dentro de ese físico? Si miras a los demás, también ves el físico y sin embargo, sabes que como tú, poseen un algo que no se ve, algo que nos hace actuar, reaccionar ante las cosas que tenemos enfrente. Cuando decimos sujeto, queremos decir todo lo que está dentro, nuestra alma de naturaleza espiritual que posee sentimientos, Ideas, imaginaciones, gustos, Inclinaciones, recuerdos, esperanzas; y nada de lo que hemos mencionado lo podemos ver, como vemos el cuerpo, y sin embargo, sabemos que existe porque todo eso se manifiesta, se revela al salir de nosotros en actitudes, gustos, deseos, etc. La palabra subjetivar quiere decir hacer que las cosas participen de nuestra alma, hacer que las cosas se Impregnen con nuestros sentimientos, nuestras imágenes, nuestros deseos. El alma tiene varias facultades; ya vimos una, la inteligencia o facultad intelectual; las otras son: nuestra capacidad de sentir o facultad emotiva, de tener sentimientos, y nuestra capacidad de querer que es la facultad volitiva, de manifestar deseos. Volviendo al ejemplo de la planta, al verla con actitud subjetiva consideramos el gusto que nos proporcionan sus flores, nos recuerda algún momento en que vimos otras plantas iguales (no importa si el momento fue agradable o desagradable, las dos son actitudes subjetivas); puede ser que esta planta produzca algún efecto dañino, y entonces la rechazamos como si tuviera la culpa de que las personas la usen mal. La subjetivación puede llegar a tal grado que atribuyamos nuestros deseos y sentimientos a las cosas que observamos con espíritu subjetivo.