Todos los libros se expresan a través de palabras, a esto se le llama expresión verbal. Según la forma como se acomoden las palabras, se pueden hacer dos grandes grupos en la expresión verbal: Verso y Prosa.
Verso
Se dice que una Obra está en verso cuando su lenguaje está ordenado según ciertas reglas y dividido en segmentos rítmicos, con regularidad de apoyos acentuales, que según el esquema fijado por el autor, se repiten en las sílabas tónicas acentuadas cada dos, tres o cuatro sílabas. En el verso pueden encontrarse todos o algunos de los siguientes elementos: metro, que es la medida determinada en la poesía castellana y en otras lenguas romances por el número de sílabas constitutivo de cada uno de los versos o segmentos rítmicos, la siguiente es la rima, que es la igualdad o semejanza que hay entre los versos a partir de la última vocal acentuada, y por último el ritmo, que es el elemento que busca una regularidad musical para producir un efecto estético. El verso tradicional cuenta con los tres elementos.
El verso blanco tiene medida y ritmo, pero no rima. El verso libre sólo tiene ritmo.
Prosa
todos podemos reconocer la prosa cuando la vemos escrita, es uno de los conceptos más difíciles de definir. Algunas personas dicen que prosa es lo que no es verso, pero no siempre es así, porque prosa implica una forma de expresarse organizada; no será prosa un simple grito de dolor iAy!, ni una conversación a base de medias palabras o que no tengan una secuencia que nos permita comprender (excepto cuando en una novela u obra de teatro se trata de copiar el lenguaje de cierto tipo de personas para caracterizarlo. Prosa es una manera de organizar lo escrito sin una estructura métrica fija, pero siguiendo un esquema rítmico de tensión y distensión (altos y bajos cuando se habla, una especie de suspenso cuando nos quedamos a media frase, Este esquema rítmico está basado en el significado conceptual, que puede tener o no expresión de emotividad. El ritmo de la prosa es sintáctico, o sea que depende de los elementos de la oración sujeto, verbo y complemento y de la forma como se combinen. Se hacen pausas y se marcan acentos sin que importe el número de sílabas intermedias entre un acento y otro, o entre una pausa y otra. Cuando se escribe prosa, las palabras se colocan una tras otra, tantas como quepan en un renglón. Se ponen puntos, comas, y punto y comas según se vayan enunciando las ideas, y cada uno de estos signos
de puntuación sirve para indicar la duración de la pausa y la forma como una idea se relaciona con otra.